10 de diciembre de 2015

Barajar y dar de nuevo



LA OPOSICIÓN EN VENEZUELA LOGRA UN CONTUNDENTE TRIUNFO ELECTORAL 

El nuevo panorama legislativo en la República Bolivariana de Venezuela no sólo habla de lo que se viene fronteras adentro, sino también de del paulatino viraje a la derecha que está sufriendo Latinoamérica. 

Por Marcelo J. Levy 

En las elecciones legislativas del pasado domingo 6, la oposición alcanzó los 112 diputados, frente a los 55 obtenidos por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Así la Mesa de Unidad Democrática (MUD) logró la mayoría calificada esencial para aprobar leyes habilitantes y leyes orgánicas que organizan el resto de los poderes y sirven de marco a otras leyes como por ejemplo designar o remover a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, a los rectores del Consejo Nacional Electoral, la fiscal general, el contralor general y el defensor del pueblo; convocar a una Asamblea Constituyente y aprobar una reforma constitucional, entre otros temas.

La coalición opositora se consolidó en la región con 1.027.334 de votos (60,24%) en el voto lista; mientras que el PSUV solo llegó a 619.068 (36,30%). La Asamblea Nacional está integrada por 167 diputados y diputadas, de los cuales 113 son nominales, 51 por lista y 3 son indígenas.

La mayoría calificada en manos de la oposición no es solo una frase. Tiene la potestad a partir de ahora de remover a la Vicepresidencia Ejecutiva, a ministros del gabinete. También puede aprobar una Ley Habilitante que faculta al Ejecutivo para legislar temas determinados, durante un período limitado; puede acordar la separación temporal de un diputado o diputada de su cargo; crear o suprimir comisiones permanentes; elaborar o modificar leyes orgánicas; aprobar reformas constitucionales para someterlas a referendo popular; convocar a una Asamblea Constituyente; remover  magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ); designar integrantes del Consejo Nacional Electoral, entre otras cosas.

La mirada hacia adentro del gobierno no se hizo esperar. Maduro reconoció la derrota electoral y  solicitó a todos los integrantes del Consejo de Ministros poner sus cargos a la orden del Ejecutivo, con la finalidad de facilitar la ejecución de un nuevo proceso de revisión, rectificación y reimpulso, con miras a lograr una “renovación profunda” de la Revolución Bolivariana. El Presidente pidió el apoyo de toda la ciudadanía para lograr esta renovación, la cual está dirigida a atender las necesidades de todas y todos.

La nueva composición de la Asamblea legislativa tiene la siguiente agenda para trabajar: 

Ley de Amnistía. Varios de los diputados electos de la MUD, han insistido en aprobar una Ley de Amnistía para liberar a los políticos presos.

Ley Programa para el Pleno Abastecimiento. El diputado reelecto Julio Borges ha indicado la importancia de aprobar una Ley para el Pleno Abastecimiento, aunque no ha especificado detalles.

Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT). Varios organismos, como Fedecamaras y Conindustria, han solicitado la anulación de la Ley Orgánica del Trabajo aprobada en el 2012 por el presidente Hugo Chávez.

Ley de Precios Justos. Fedecámaras también solicitó anular la Ley de Precios Justos, por considerar que es una medida que “permitiría activar la producción del país”.

Ley del Banco Central de Venezuela (BCV). El secretario General de la MUD, Jesús Torrealba, ha insistido en que debe reformarse la Ley del BCV porque es un organismo transformado en “una máquina de imprimir dinero inorgánico”, asimismo aspiran una reforma de la Ley del Puerto Libre y una revisión del Código de Comercio.

Ley de propiedad para Misión Vivienda. Se promoverá una ley especial para darles título de propiedad a las personas a quienes les han adjudicado viviendas a través de la "Gran Misión Vivienda Venezuela".

Ley de Presupuesto Nacional. El 1 de diciembre la Asamblea Nacional aprobó el Presupuesto Nacional 2016 que incluye más de 60% a la inversión social. De la bancada opositora sólo asistieron 6 diputados a la sesión, quienes votaron en contra de la aprobación del Presupuesto para el próximo año, con lo cual posiblemente el nuevo Parlamento atienda la solicitud de Fedecámaras la reforma de dicho instrumento.

Hay un nuevo escenario en el continente. El “cambio”, como una expresión de deseo vacía, está triunfando. En Venezuela se envalentonan con la renovación de la Asamblea Nacional. En Argentina, el “cambio” también logró apoderarse del sentido común llevando a la presidencia a un empresario conservador. En Brasil, es inminente el pedido de juicio político a Dilma Rousseff. Avanza el ALCA por el Cono Sur, la Alianza del Pacífico. Se erosionan foros como Celac y Unasur. El reflujo es evidente y deberemos ponernos a reflexionar desde el campo popular en cada una de las Naciones latinoamericanas, los caminos recorridos, los derechos conquistados y los errores cometidos. El empoderamiento de los pueblos es un triunfo ineludible; pero la arremetida liberal que se viene es muy virulenta. Estará en nosotros leer los procesos locales y regionales para poder retomar el camino que, no hace tanto tiempo, tenía un norte claro y progresista.

Para cerrar, cito al periodista Pascual Serrano analizando ocurrido en Venezuela: 

Por fin no ha habido fraude en Venezuela. El fraude electoral se ha producido en las elecciones de los últimos 16 años cuando ganaba el chavismo. Estas son las primeras elecciones que gana la derecha y, por tanto, sin fraude. Es la diferencia entre democracia y dictadura. Cuando gana la derecha es democracia y si no, es dictadura. La derecha que ha ganado es la misma que hasta ahora no reconocía las anteriores victorias del movimiento bolivariano. Por eso hasta este domingo los grandes medios y portavoces neoliberales -venezolanos, españoles y del resto del mundo- denunciaban que iba a haber un fraude. Han ganado, ya no hacen falta nuevos recuentos y ya no echan de menos a los observadores internacionales. (…) A partir de ahora, las manifestaciones de la oposición (ahora chavista) ya no serán noticia, si muere o es encarcelado algún opositor (ahora chavista) no saldrá en los periódicos. ¿Acaso ven noticias de manifestaciones u opositores muertos en Colombia? Si algún chavista golpea una cacerola en protesta contra la mayoría parlamentaria de derechas será terrorista, no un luchador por la democracia y la libertad. Eso era hasta ahora. Los venezolanos que viven en Estados Unidos a partir de ahora dejan de ser exiliados en Estados Unidos para ser residentes. Ahora ya no habrá colas en los supermercados. Todo gracias a que los productos dejarán de estar subvencionados por el gobierno y quien no tenga dinero no podrá comprarlos, no hará falta que gaste su tiempo haciendo colas. En conclusión, circulen y vayan olvidándose de Venezuela que allí ya dejará de haber problemas: ni movilizaciones, ni delincuencia, ni inflación. De momento no habrá corresponsales de prensa para contarlo. Gobiernan los buenos.


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