9 de diciembre de 2010

Represión en la tierra prometida

MUERTOS Y HERIDOS EN VIOLENTO DESALOJO DE FAMILIAS SIN TECHO

Tras una denuncia del Gobierno porteño, se realizó un rápido operativo para desalojar a cientos de familias que habían ocupado el Parque Indoamericano y terrenos linderos a éste, en el barrio de Villa Soldati. La violenta represión, coordinada por la Policía Federal y la flamante Policía Metropolitana, terminó con (al menos) dos muertos y decenas de personas heridas con balas de plomo, algunas de mucha gravedad. Al día siguiente algunas familias volvieron a ocupar el parque, y varios vecinos de la zona los enfrentaron a palazos y piedrazos, e incluso balazos. La dramática situación desnudó el gravísimo problema habitacional que tiene la ciudad y que nadie quiere resolver.

Por Hernán L. Giardini


Aunque desconocido para la mayoría de los porteños (quizás por su lejanía y por encontrarse en un barrio “pobre”), el Indoamericano es el segundo parque más grande de la ciudad de Buenos Aires: el pulmón verde del sur porteño, que a pesar de ser bastante nuevo, se encuentra muy descuidado.

Desde el viernes varias personas comenzaron a instalarse en el Parque. Y el martes a la madrugada más de 200 familias se asentaron en horas. Luego llegaron varias familias más a “comprar” las parcelas de las villas cercanas, como Los Piletones.

¿Por qué esta rápida y coordinada ocupación?

Algunas familias afirmaron que el Gobierno de la Ciudad había prometido entregar los títulos de tierra a las familias asentadas.

Pero al enterarse de la formación del asentamiento, el Gobierno porteño denunció el caso ante la Justicia; que actuó más rápida que nunca: la jueza María Cristina Nazar ordenó el inmediato desalojo.

En cuestión de horas, más de 200 efectivos de las policías Federal y Metropolitana replegaron a la gente con sus carros hidrantes.

Pero la triste jornada terminó con serios incidentes cuando un grupo de las familias ocupantes se replegó a la Villa 20 y chocó con los uniformados: hubo pedradas, gases lacrimógenos, balas de goma… y de plomo.

El Frente Popular Darío Santillán, que realiza un importante trabajo social en la zona, denunció que “la infantería disparó con gases, balas de goma y de plomo. Denunciamos la brutal represión perpetrada por la Federal y la Metropolitana. Repudiamos este operativo conjunto en contra de los vecinos pobres de la Ciudad de Buenos Aires. ¡Basta de reprimir la protesta social! ¡Vivienda digna para todos!”

Que la denuncia contra los “villeros” haya partido desde el Gobierno ”mano dura” de Macri no sorprende.

Que la flamante Policía Metropolitana no haya dudado ni un segundo en reprimir duramente, tampoco.

Lo que sí sorprende es la actitud de la Policía Federal, que responde al Gobierno Nacional (¿y Popular?). Ése mismo Gobierno que se vive jactando de su política de no represión de la protesta social (aunque sus gobernadores aliados viven reprimiendo y matando a indígenas y campesinos).

El Frente Popular Darío Santillán fue muy claro al señalar que el violento desalojo perpetrado contra familias sin techo “es producto de la ausencia total de una política de vivienda que aliviane la dramática crisis habitacional que aqueja a amplias capas de la población porteña”.

“La decisión de las autoridades es de meter bala a los pobres. En lugar de tratar de resolver la problemática social, el gobierno nacional y el porteño decidieron acabar con la ocupación reprimiendo”, afirmaron.

Allí radica el centro del problema: la falta de acceso a la vivienda en la ciudad de Buenos Aires.

Pero lamentablemente a la mayoría de los porteños (y del resto del país) este tema les importa un bledo.

Y a sus gobernantes menos.

“Si permitimos esto, mañana vendrán por el Parque Las Heras, Parque Pereyra, Parque Centenario o Parque Chacabuco. Los vecinos de la ciudad nos apoyan”, afirmó Cristian Ritondo, el jefe del bloque PRO en la Legislatura.

A confesión de partes, relevo de pruebas.

Por si fuera poco, al día siguiente, el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, responsabilizó de la situación al Gobierno Nacional por su política inmigratoria, endilgando los hechos a "la inmigración y la delincuencia, que avanzan sin control", y le reclamó que envíe a la Policía Federal a desalojar el predio.

Tristemente, cuando varias familias decidieron volver a ocupar el parque, "porque ya nos mataron a dos y no tenemos nada que perder", varios vecinos de los barrios cercanos confirmaron que comparten los xenófobos dichos de los funcionarios del PRO: reaccionaron contra los "villeros" y los enfrentaron a palazos y piedrazos. Incluso se vio a algunos disparar armas de fuego contra los "bolivianos, peruanos y paraguayos que nos quieren invadir".

Con compatriotas así, da vergüenza ser argentino.




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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto lo escribis vos porque no se te metieron en el parque de tu casa, a ver si te gusta si te toman la plaza de villa luro. Aca hay intereces, como no es tu plaza decís estas boludeces.

Dirección Periodística: dijo...

Estimado "Anónimo", la nota la escribí y la firmé (no como vos) cuando iban dos días de conflicto (podés ver la fecha).

En ese momento aún no se vislumbraba los intereses detrás de todo esto. Léase los punteros que están fogoneando las tomas.

Por otra parte, aunque tomaran la plaza de mi barrio, jamás pediría que los repriman y los maten.

Mi sentimiento hacia la comunidad boliviana es más grande que el que tengo hacia muchos argentinos, más cuando leo comentarios como éste.

Atentamente.

Hernán