1 de agosto de 2009

Destruyendo al Estado en nombre de la Patria

APOYADA POR LA DERECHA, LA SOCIEDAD RURAL ARGENTINA AVANZA PARA VOLVER A IMPONER SU VISIÓN DEL ESTADO Y LA ECONOMÍA

Envalentonados con la “victoria” en el Congreso contra las retenciones móviles a la exportación de soja y con la “derrota” que consideran le propinaron al gobierno en las últimas elecciones, los “gauchos” de la Sociedad Rural Argentina quieren volver a imponer, con el apoyo de la derecha y apelando a la “Patria”, su visión del Estado y la economía.


Por Hernán L. Giardini

“Cuando el campo dice Patria piensa con nostalgia en aquel magnífico granero del mundo capaz de alimentar a la humanidad entera, hoy convertido en presa de la voracidad fiscal y la falta de políticas adecuadas”, aseguró Hugo Biolcatti, presidente de la Sociedad Rural Argentina, al dejar inaugurada una nueva Exposición Rural en el predio de Palermo.

Claro que Biolcatti olvidó mencionar que el 70% de la próxima superficie agrícola sembrada no será comida para los argentinos, sino soja transgénica que se exportará como forraje para alimentar cerdos y pollos de Europa y China.
También olvidó mencionar que la “bendita” soja (que a pesar de las retenciones pasará de 16 a 19 millones las hectáreas sembradas) reemplazó a gran parte de los cultivos fundamentales de la cadena alimentaria nacional, que para su producción a gran escala decenas de pueblos son diariamente fumigados con glifosato, y que en los últimos diez años generó la deforestación de más de 2,5 millones de hectáreas de bosques nativos en el norte del país y el desalojo de miles de campesinos e indígenas.
Mientras a su lado aplaudían Mauricio Macri, Francisco de Narváez, Alberto Rodríguez Saá, legisladores, empresarios, y sus compañeros de la Mesa de Enlace, el dirigente ruralista despotricó duramente contra el Estado, al que calificó como un “predador insaciable”.
Cabe resaltar que su crítica no fue dirigida hacia el gobierno sino hacia el Estado, lo que torna aún más peligrosas a sus afirmaciones.
Apelando a la argentinidad que despierta la figura del pobre gaucho que reclama lo que es justo frente a un gobierno que no lo escucha, Biolcatti citó al Martín Fierro y utilizó la palabra “Patria” más de cincuenta veces, dejando en claro que, luego de la “victoria” en el Congreso contra las retenciones móviles a la exportación de soja y de la “derrota” que consideran el “campo” le propinó al gobierno en las últimas elecciones, ahora su reclamo va mucho más allá de lo meramente sectorial.
“Fue el despertar de la conciencia cívica de una generación que asumió el desafío de ponerse de pie y descubrió que era posible transformar el país en una nación representativa, republicana y federal”, sostuvo. Luego señaló que la Mesa de Enlace tiene un programa “para salir de la crisis y de la pobreza”, que fue consensuado con los partidos de la oposición.
Pero, ¿cuál es el verdadero proyecto “patriótico” de la Sociedad Rural Argentina?
Revisando su historia podemos obtener algunas pistas.
Fundada en el año 1866, la Sociedad Rural Argentina agrupa a unos 10.000 medianos y grandes propietarios de tierras y productores vinculados a las actividades del campo, cuyo objetivo es “velar por el patrimonio agropecuario del país y fomentar su desarrollo tanto en sus riquezas naturales, como en las incorporadas por el esfuerzo de sus pobladores; promover el arraigo y la estabilidad del hombre en el campo y el mejoramiento de la vida rural en todos sus aspectos; coadyuvar al perfeccionamiento de las técnicas, los métodos y los procedimientos aplicables a las tareas rurales y al desarrollo y adelanto de las industrias complementarias y derivadas, y asumir la más eficaz defensa de los intereses agropecuarios".
Si bien tiene mucha tradición ganadera, también cuenta entre sus miembros a importantes productores dedicados a la lechería y la agricultura, sobre todo en los últimos años.
Su fundador, José Alfredo Martínez de Hoz, fue un estanciero argentino que utilizó con notable éxito para la cría de ganado bovino las 2.500.000 hectáreas de tierras patagónicas y pampeanas que su familia recibió de Julio A. Roca como premio a su participación en la “Campaña del Desierto”.
Martínez de Hoz, recientemente reivindicado por Mario Llambías, titular de la Confederaciones Rurales Argentinas, presidió la entidad entre 1946 y 1950, que hoy lo honra en uno de los salones del predio de Palermo, un amplio y costosísimo espacio público, donde anualmente organiza la tradicional “Exposición Rural”, que fue gentilmente cedido en el año 2005 por el ex presidente Carlos Menem.
Su incidencia en la política argentina fue siempre importante. Incluso llegaron a tener a uno de sus ilustres miembros como Presidente de la Nación: a cien años de su fundación, Juan Carlos Onganía asumía el poder mediante uno de los tantos golpes de Estado que sufrió Argentina en el siglo XX.
Pero fue durante la última dictadura militar (1976-1983) donde sus ideas políticas tuvieron un fuerte protagonismo: el hijo del fundador de la entidad, José Alfredo Martínez de Hoz, se convertía en el Ministro de Economía del régimen (en el que se practicó la tortura y se realizó la desaparición forzada de cerca de 30.000 personas) y realizaba una profunda transformación de la economía nacional, llevando a cabo un plan neoliberal que modificó estructuralmente el sistema económico del país, desindustrializándolo y generando altas tasas de desocupación, pobreza y endeudamiento externo.
Insólitamente, un pasaje en el barrio de Liniers lleva el apellido de la familia como homenaje a su aporte a la “Patria”.
Pero para entender mejor su noción de “Estado” y de “Patria” basta con leer una solicitada publicada a un año del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, titulada “La Sociedad Rural Argentina al país, en el primer aniversario del gobierno de la Fuerzas Armadas” donde la entidad afirma que “las Fuerzas Armadas tomaron las riendas del país con patriótico empeño, para evitar su desarticulación total. (…) Un año después, luego de una ardua labor, varios e importantes son los logros materializados. Quizá mayores aún de lo que nos puedan parecer sin la suficiente perspectiva. La guerrilla apátrida y brutal, amparada en buena medida por las anteriores autoridades, ha sufrido rudos golpes y está en franca retirada. Ahora se dedica desde el exterior a atacar al país a través de la prensa izquierdista, cínicamente, abusando de la calificación de derechos humanos, que ellos jamás quisieron respetar”.
En cuanto al rol que debían cumplir los militares, la entidad recomendaba: “Debemos desafiar el andamiaje creado por casi 35 años de una lenta pero sistemática estatización socializante, que en definitiva ha demostrado su fracaso al empobrecernos a todos y al no haber dado los frutos que algunos sectores ansiosos, confundidos o equivocados, esperaban de su aplicación”.
“La Sociedad Rural Argentina reitera frente a los productores y a la ciudadanía en general su apoyo a toda acción que signifique completar el proceso iniciado el 24 de marzo de 1976, para poder lograr así los fines propuestos, que en definitiva son los grandes objetivos nacionales.”, concluía la solicitada.
Cualquier similitud con la realidad actual, no es pura coincidencia.

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