1 de enero de 2009

Siete panorámicas de interpretación de la realidad peruana

VIAJE AL PERÚ PROFUNDO

Como bien dijo Mariátegui en sus ensayos, que no han perdido actualidad: “Todos los testimonios históricos coinciden en que el pueblo incaico vivía con bienestar material”. Los conquistadores europeos “destruyeron” aquel equilibrio espiritual-material. La oligarquía criolla siguió con la misma tónica. El Perú es actualmente una neo-colonia “abierta de piernas” (Javier Lajo), que no ha perdido su esencia virreinal (aunque ahora de Yanquilandia), como dicen sus actuales amautas incas más críticos y lúcidos. Y por eso los terrucos, las guerrillas, seguidores de Mariátegui, o de Tupac Amaru, han vuelto y están volviendo con fuerza en estos días contraatacando a policías y militares, las fuerzas del orden corrupto y explotador actual.

Por Xuan Pablo Gonzalez (desde Perú)

1) El monumento a Manko Khapak en Lima, apunta con un dedo al Norte. Un dedo acusador, diríamos, de robos, saqueos, explotaciones, contaminaciones, genocidios y miserias, que llevan cinco siglos.

Sí, Manko Khapak, el mítico e histórico primer Inca, padre espiritual del Perú, acusa, desde una plaza céntrica de Lima, de la miseria reinante hoy en ese país, al Norte, al primer mundo, a Europa y Yanquilandia.

Como parte del mismo monumento encontramos una figura femenina, que aparentemente representa a Mama Okllo -compañera del Inca- madre espiritual del Perú, a la cual le han arrancado una mano.

2) Como bien dijo Mariátegui en sus ensayos, que no han perdido actualidad: “Todos los testimonios históricos coinciden en que el pueblo incaico vivía con bienestar material”.

Los conquistadores europeos “destruyeron” aquel equilibrio espiritual-material. La oligarquía criolla siguió con la misma tónica: “La conquista engendra totalmente… la economía colonial”, y “la Independencia determinada y dominada por ese proceso”, la mantiene.

El proceso de la economía colonial “no ha terminado todavía”, y además “el coloniaje injertó elementos de economía esclavista” (Mariátegui) que tampoco han terminado.

3) El Perú es actualmente una neo-colonia “abierta de piernas” (Javier Lajo), que no ha perdido su esencia virreinal (aunque ahora de Yanquilandia), como dicen sus actuales amautas incas más críticos y lúcidos.

El presidente traidor Alan García, perteneciente al “criollaje colonialista” (Lajo) y aliado de los grandes ladrones “empresaurios”, dijo de Bush que era “un aliado verdadero y amigo del pueblo peruano”.

En el mes de diciembre la implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) en Perú, dicen está en “los momentos finales”.

La visión panorámica general que uno tiene de una buena parte del Perú desde sus rutas, especialmente del sur, donde prevalecen los pueblos indígenas andinos, es la de una gran villa miseria. El país se sabe hundido en una gran crisis, como dicen las voces del pueblo y las tapas de los diarios. Pero el gobierno dice desde su propaganda “El Perú avanza”.

Y el pueblo contesta, a coro, que eso “es mentira”.

4) En la terminal de buses de “la conservadora, la somnolienta, la frívola, la colonial” Lima, una abuela campesina de los Andes de Ayacucho, me dice que “no hay trabajo… no hay para comer”. Cuando le pregunto quién vendrá después de García, ella dice: “otro ladrón que nos va a matar de hambre”.

La abuela india de Ayacucho me dice que el gobierno peruano arregló con los norteamericanos por la coca, por la cocaína.

Claro, los gringos no quieren perderse ese gran negocio mafioso que es el narcotráfico, que tanto los favorece económica y políticamente. En Bolivia el narconegocio está en peligro, y no quieren perderse ni Colombia ni Perú, para el gran vicio drogón yanqui, que es la cocaína, además de ser la excusa perfecta para sus intervenciones militares en nuestro continente.

“La traición al pueblo peruano no tiene cuando acabar” concluye el amauta de la comunidad Puquina, Javier Lajo.

5) “El pueblo incaico era un pueblo de campesinos”, decía Mariátegui, y “todas las revueltas del indio -que han sido básicamente campesinas- han sido ahogadas en sangre”: por eso es que “la feudalidad subsiste hoy”.

Y por eso los terrucos, las guerrillas, seguidores de Mariátegui, o de Tupac Amaru, han vuelto y están volviendo con fuerza en estos días contraatacando a policías y militares, las fuerzas del orden corrupto y explotador actual; especialmente los terrucos de Sendero Luminoso han estado bien activos en los últimos meses, aunque por sus grandes errores del pasado, no tienen siempre el apoyo de las comunidades indias y campesinas.

6) “El Perú es un organismo enfermo: donde se aplica el dedo brota la pus”, dijo hace más de un siglo Manuel González Prada, en una sentencia local que tampoco ha perdido actualidad.

“Propiedad Privada. No pasar. Orden de disparar” puede leerse en los carteles peruanos, que separan a los barrios privados de los barrios pobres.

7) “La organización incaica fue una organización comunista”, dijo Mariátegui, “un comunismo agrario”, basado en el ayllu, la comunidad. Por eso cuando el gobierno actual dice “No al paro comunista”, lo que en realidad está diciendo es “No al Incario, no al ayllu, no a la comunidad, no al indio”.

En el Perú (como en general en toda la Amerindia), no hay medias tintas: como dijo Federico More, entre otros “o se es colonial o se es incaico”. En la Indoamérica, de influencias latinas, o se está con el indio o se está bajo el manto del coloniaje. No hay medias tintas.

Por eso, si el colonialismo europeo asentó las bases religiosas de un “Estado semifeudal y católico”, y si el neocoloniaje, de raíz protestante del “capitalismo anglosajón: británico o norteamericano”, siguió con sus misiones e iglesias evangelistas, como hasta ahora en el siglo XXI, toda esa religiosidad invasora es opresora y claramente enemiga de la evolucionada espiritualidad animista o panteísta del indio, que tanto tiene para enseñar todavía, en estos tiempos (pos)modernos tecnológicos y contaminantes, que atentan contra la vida en la Madre Naturaleza.

La religiosidad semifeudal y católica reforzada por el neocoloniaje evangelista protestante, está a favor del “individualismo puritano” (Mariátegui), a favor del individualismo materialista, “cuyo sentido” está dado por “la santidad de la propiedad, la moralidad del éxito”: y en contra de la comunidad, del bien común, de la cosmovisión en armonía con la Naturaleza, de la verdadera hermandad con los otros, del amor a la vida con respeto a sus diferentes formas.

En las palabras amauticas de Javier Lajo, nos encontramos con la “supervivencia de la comunidad humana” (representada y preservada sabiamente por los pueblos indígenas originarios) “frente al imperio del individualismo egocéntrico”, del mundo occidental, representado por el neocolonialismo genocida capitalista.

Fuentes:

- Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, José Carlos Mariátegui.

- Génesis de la cultura andina, Carlos Milla Villena.

- Qhapaq Ñan, y otros escritos de Javier Lajo.

- Voces del pueblo campesino y pescador, voces de la selva, la sierra y la costa tawantinsuyanas.

Xuan Pablo Gonzalez, diciembre 2008-enero 2009

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